Carta Abierta: La importancia de luchar por la libertad de las y los Presos Políticos

y de acompañarlos y sostener su esfuerzo con nuestra presencia física en los penales y el respaldo político, jurídico y solidario.

Carta abierta al movimiento de lucha por los derechos humanos, al conjunto de fuerzas sociales y políticas comprometidas con la conquista de espacios de libertad y derechos para el pueblo.

Les escribimos en nombre de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, una organización popular que actúa en el terreno, de lo que hoy nombramos como “derechos humanos” desde 1937; desde poco más de ochenta años cuando era otro el lenguaje pero casi la misma realidad de persecuciones políticas, represión a la lucha popular, detenciones arbitrarias, torturas, causas armadas contra los militantes y detenciones por largos periodos de tiempo, algunas en penales muy lejanos como el de Rawson o Tierra del Fuego.

Luchamos por la libertad de las y los presos políticos, aunque no necesariamente coincidamos con los objetivos, modos y formas de bregar por ellos. A veces sí, a veces no. Pero defendemos el derecho que les cabe a tener tales objetivos y actuar como entiendan que sea más eficaz para alcanzar dichos objetivos.

“Preso político” no es solo una categoría jurídica, es sobre todo una categoría política.
No es una categoría ahistórica, congelada de una vez y para siempre, sino una realidad condicionada por los proyectos de dominación y los modos de resistencia popular.  Pero algo se mantiene en el tiempo: es el bloque de Poder, el Poder Político Real sustentado en el Poder Económico  (en relación de dependencia subordinada al Imperialismo norteamericano), el que (nos) pone en el lugar de perseguidos políticos por nuestras ideas, por nuestras acciones y/o por pertenecer a un proyecto político (haya llegado al gobierno o no).

Y a los perseguidos políticos los difaman, los estigmatizan, los castigan de todos los modos posibles. Y les arman causas para encarcelarlos, incluso del modo más disparatado como algunas que hoy “prosperan”.

Cuando nacimos como Liga, el carácter político de los presos que defendíamos era casi transparente y sencillo de establecer.

Por décadas nos persiguieron por el compromiso explícito con proyectos de revolución y/o transformación social. Y la persecución tenía formato legal; la 4144 (1902), llamada de Residencia, Explícitamente decía que había que expulsar a los acratas y comunistas libertarios, el nombre que se le daba a los anarquistas a comienzos del siglo XX. La 17401 (1971), típica ley del periodo de la guerra fría a nivel mundial y de la vigencia de la doctrina de seguridad nacional a nivel nacional, directamente castigaba como delito el “pensar” o pertenecer a estructuras políticas comprometidas con un ideario. Luego la 20840 (1974), de represión a la subversión generó la justificación jurídica para una parte del genocidio perpetrado entre 1975/1982 contra nosotros.

Conviene reflexionar que hoy no es así. Jesús Santrich, comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, uno de los principales negociadores del Acuerdo de Paz firmado entre el Estado y la insurgencia, está preso acusado de “narcotraficante”. Lula ex presidente de Brasil está preso por un supuesto acto de corrupción (con la sola “prueba” de un testigo “arrepentido”, igual que Jorge Glass, ex vicepresidente de Ecuador. Los Seis Campesinos paraguayos tienen condena por un crimen que no cometieron. Y podríamos seguir con centenares de caso.
En la Argentina ya hay cerca de tres decenas. Desde compañeros que participaron en las movilizaciones de diciembre de 2017 contra las leyes de ajuste hasta ex ministros del anterior gobierno acusados de utilizar una Universidad Nacional como auditoría para una obra pública. Causas como la de Irán en que se condena la supuesta intención de suspender un Alerta Rojo que la Interpol dice que mantuvo siempre. Y ahora “los cuadernos”.

Claramente se ha abandonado el camino de juzgar los delitos por medio de investigaciones criminalísticas serias y autónomas para volver al método secular de arrancar “confesiones” bajo presión directa (cárcel para los que no colaboran) o indirecta (los medios hegemónicos “condenan” socialmente antes de que se haya escrito una línea en el proceso judicial)

La persecución, los actos represivos homicidas y de violencia extrema, las detenciones y aún las acciones pretendidamente judiciales constituyen todas ellas una parte muy contundente de un plan nternacional de remodelación colonial de las periferias capitalistas del sur de América. No perdemos de vista que buscan amedrentar, disciplina, castigar y aun vengarse de agravios reales o imaginarios que sienten haber sufrido en el núcleo del Poder.

¿Quien ha decidido agrupar en el mismo espacio de presos políticos a gente tan diversa como Facundo Jones Huala y Milagro?, A Diego Parodi compañero anarquista apresado en la movilización popular del 17 de diciembre de 2017 o Julio de Vido, quien fue Ministro durante doce años. Pues el gobierno de Cambiemos que ha subordinado o acordado actuar en común jueces, fiscales, legisladores y grandes empresarios dueños de Medios y dominantes de los centros de decisión de la economía argentina configurando un poder autoritario como pocas veces hemos sufrido antes.
Todos los compañeros están presos por decisión del Poder Imperial y sus Cipayos, a algunos les arman causas vinculadas a la lucha antiterrorista y a otros causas por delitos de malversación de fondos, corrupción o la causa Irán que supera muchos récords del absurdo.

Para nosotros la categoría de preso político es una categoría de dominación porque lo distintivo de la persecución política y el encierro es que siempre es una decisión arbitraria y autoritaria del Poder Real.

Puede ser ejercida por los gobiernos (medidas administrativas) o el Poder Judicial (resoluciones judiciales, a veces legales a veces no, siempre ilegitimas) que castiga alguna acción, opinión, posición de apoyo o rechazo a tal o cual política que buscaba beneficiar a las clases subalternas y populares o lastimar al sector más concentrado del poder.

Pero no nos corresponde a nosotros adivinar por que persiguen a tal o cual persona y/o compañero.

La categoría preso político no puede derivarse de ninguna forma de pensamiento o lucha particular ya que siempre es una decisión del Poder; nada de lo que haga o haya hecho el preso político es la causa real de su detención sino que prevalece la motivación política de su opresor.

En esta etapa política se puede explicitar que se castiga la lucha de resistencia a las políticas de entrega y represión, el pensamiento crítico y revolucionario, el compromiso con algunas de las medidas de integración, redistribución o fortalecimiento de proyectos estatales populares que sostuvieron algunos funcionarios a los cuales se los encarcela por diversas razones (a D Elia por participar en la resistencia a la violencia policial en 2002 y a Timerman como parte del complot para “plantar” el asesinato de Nissman, pieza clave de la subordinación a las políticas imperialistas pro sionistas del gobierno actual)

Por ello luchamos por la libertad de todos los presos políticos y no avalamos falsas divisiones (entre los que fueron y los que no fueron funcionarios políticos, entre los que reconocen como luchadores y los que no se los supone luchadores, etc. etc.) .

Todos los que el Macrismo persigue para consolidar el modelo, desprestigiar algún sector popular, desmoralizar a los compañeras y compañeros, disciplinar, castigar, naturalizar la impunidad de ayer y de hoy, recibirán nuestra solidaridad por la violación de las garantías constitucionales y la persecución y estigmatización a los que lo someten.

En diversos contextos históricos hemos mantenido el mismo criterio de defender a todas y todos, esa es la tradición que hoy está en juego y la ética de resistir siempre a los que arrasan derechos y agravian a nuestro pueblo. La ética suprema de estar del lado del pueblo.

Consideramos que para el movimiento popular en su conjunto, la lucha pòr la libertad de todas y todos las y los presos polìticos es una cuestiòn de principios, es una cuestiòn de identidad y es una cuestiòn fundamental de la polìtica de confrontaciòn con el macrismo y su amo imperial.

Es una cuestiòn de principios porque la defensa de todos y cada uno de los compañeros agraviados y atacados por el Poder es constitutiva de la historia del movimiento popular a lo largo de su historia. Luchar por la Libertad de nuestras y nuestros presas y presos polìticos es nuestra identidad.

Pero la lucha por la libertad de las y los presos polìticos es tambièn una cuestiòn de primerisimo orden polìtico en tiempos en que el Poder apuesta a la desmoralizaciòn, la perdida de confianza en nuestras propias fuerzas y el abandono de cada quien a la suerte que el Poder elige para cada uno de nosotras y nosotros.

Luchar por la libertad de las y los presas y presos polìticos es luchar contra el individualismo egoista que fomentan en la sociedad; es luchar contra el sectarismo suicida que nos acosa desde hace tantos años; es luchar contra la tentacion de salvarse solas y solos o peor aùn, contra la tentaciòn de crecer a costa de las debilidades y/o errores de sectores del movimiento popular perdiendo de vista que solo la fortaleza de todas y todos los sectores del campo popular nos harà fuerte scomo para vencer a semejante enemigo, poderoso y cruel como pocos.

Se dirá que es un objetivo enorme y fuera de nuestro alcance pero como decía Bolívar ¡Lo imposible es lo que nosotros tenemos que hacer, porque de lo posible se encargan los demás todos los días!

PD. La Liga organiza visitas semanales a los compañeros presos en los penales de Ezeiza y Marcos Paz, te proponemos organizar la visita de tu grupo de pertenencia y que si vives en Jujuy o en Esquel o en algún otro lugar de la patria, nos consultes para saber qué presos políticos puedes visitar. La cárcel está pensada como un mecanismo de subordinación total de las personas y una maquina de destruir subjetividades; pero para los presos políticos puede llegar a ser un  espacio de confirmación de sus principios éticos y políticos aportando de ese modo a la resistencia popular contra el autoritarismo y la demolición del Estado de Derecho y los Derechos del pueblo. Fuera y dentro de los penales. Ahora y siempre.

Para inscribirse en las visitas a los penales de Marcos Paz y Ezeiza, o proponer otras acciones, escribirnos a prensadelaligaporlosddhh@gmail.com

Fuente: LIGA ARGENTINA POR LOS DERECHOS DEL HOMBRE

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