La Coordinadora Americana por los Derechos de los Pueblos y Víctimas de la Prisión Política, expresa su preocupación creciente ante los actos estatales de violación de los derechos humanos de la población colombiana, repudia los planes golpistas en marcha y anuncia que realizará acompañamiento electoral mediante una delegación integrada por compañeras y compañeros de la Alianza por la Justicia Global de los EE.UU., la Fundación Lazos de Dignidad de Colombia y de otras organizaciones hermanas.
Esta Coordinadora Americana por los Derechos de los Pueblos ha estado comprometida desde siempre con las luchas y los derechos del pueblo colombiano. Con humildad, pero con firmeza, cada una de las organizaciones que hoy somos la Coordinadora nos sumamos de uno u otro modo a los esfuerzos por la libertad de las y los prisioneras y prisioneros políticos y apoyamos todas las iniciativas de dialogo en procura de una paz con justicia social, una paz verdadera.
En junio de 2017 acompañamos presencialmente uno de los momentos principales del planeado proceso de paz: la entrega del total de armas a la misión de las Naciones Unidas; como muchos nos entusiasmamos y apostamos a dicho proceso y comprometimos con el secretario de la Jurisdicción Especial para la Paz nuestros esfuerzos y aportes. También lo hicimos con representantes de las fuerzas insurgentes, organizaciones de derechos humanos y populares. Fuimos hasta la Cárcel de Chiquinquira y la zona veredal transitoria de normalización de Meta, Mesetas. Pero las expectativas del pueblo colombiano partidario de la paz y de los pueblos de América fueron desairadas: nunca se liberaron a todos los prisioneros políticos, ni se cumplieron las garantías de no aniquilamiento contra los firmantes de la Paz. Mucho menos se entregó la tierra prometida ni se realizaron las reformas económico-sociales sin las cuales el conflicto social seguiría, como siguió latente.
Las cifras de asesinatos y la reocupación estatal o mafiosa de los territorios que antes controlaba la insurgencia más antigua, son demoledoras y han sido reconocidas hasta por las misiones de las Naciones Unidas (supuesto garante del acuerdo nunca cumplido).
Pero el pueblo colombiano no se dio por vencido y apostando a caminos de unidad y creatividad ocuparon las calles, protagonizaron jornadas de movilización histórica y forjaron una fuerza electoral que desafía el unicato del Uribismo en el gobierno. A esa posibilidad se oponen los planes de acciones terroristas de Estado, las maniobras golpistas y los preparativos de la ultraderecha civil y militar.
La presencia en Colombia de observadores internacionales es un aporte trascendente, la Coordinadora se une a ese esfuerzo y compromete sus esfuerzos para movilizar las fuerzas democráticas y partidarias de la autodeterminación de los pueblos.
En 2015 dijo Pepe Mujica “la paz en Colombia es una causa de todos los latinoamericanos”, en 2020 ya afirmaba que “el fracaso de la paz en Colombia es un fracaso de toda la humanidad”; pero la paz todavía es posible, depende de nuestra lucha.
Coordinadora Americana por los Derechos de los Pueblos y Victimas de la prisión política
