Celebramos la reapertura de la frontera entre Colombia y Venezuela como un paso práctico y eficaz para la paz de Colombia y el fortalecimiento de la democracia en Venezuela.
Saludamos la decisión de los gobiernos de Colombia y Venezuela de avanzar en la recomposición de relaciones diplomáticas, económicas, políticas y de todo tipo que potenciarán las nunca interrumpidas relaciones de amor y amistad entre los pueblos.
Las fronteras estuvieron cerradas por la subordinación de los gobiernos colombianos a los planes intervencionistas imperiales de los EE.UU., único país que ganaba con el conflicto entre países hermanos, principal responsable internacional del sabotaje que sufrió el Acuerdo de La Habana concebido para lograr una paz justa, que apunte a resolver las causas históricas de un conflicto social que ni empezó con la insurgencia armada ni terminó con su desarme
Apostamos a que las relaciones entre Venezuela y Colombia sean de mutuo beneficio para ambos países, para los dos pueblos que no son otro que los herederos de Bolivar y sujetos de la Patria Grande por la que peleamos en toda América
Nuestra América, 27 de setiembre de 2022